“No recuerdo”. Esas fueron las palabras que sistemáticamente utilizó Virginia Mercado a la hora de contestar las preguntas más importantes que le hicieron en una nueva audiencia que se realizó por el crimen de Paulina Lebbos. “No se arruine la vida”, le aconsejó el juez Dante Ibáñez al pedirle que se esforzara y contestara con exactitud todo lo que había sucedido el 26 de febrero, día que desapareció la joven luego de haberla dejado en la puerta de su departamento de La Rioja al 400.
Mercado, que actualmente tiene 40 años, es madre de dos hijos y trabaja como docente en la localidad salteña de Aguaray, su ciudad natal, generó tantas dudas en su testimonio que varias de las partes pensaron solicitar que se la acuse de falso testimonio. Finalmente no lo hicieron. Esperarán la realización de algunas medidas y recién pedirían que se realice una investigación sobre si mintió o no dijo todo lo que sabía.
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El lazo “decano”
Los fiscales Diego López Ávila y Carlos Saltor le preguntaron si César Soto, la ex pareja de Paulina, tenía relación con la barra de Atlético, pero ella dijo que no. También la preguntaron si conocía personalmente a Mario Leito (presidente de los “decanos”) y a Walter “Chichilo” Acevedo, uno de los líderes de La Inimitable que se encuentra cumpliendo una condena en el penal de Villa Urquiza. Mercado volvió a negar que conociese a ambos. López Ávila, entonces, le hizo otra pregunta: ¿Le resulta conocido este número de celular (termina en 06)?
- Mercado: la verdad que no
- López Ávila: ¿Está segura de no poder reconocerlo?
- Mercado: La verdad, no recuerdo bien.
- López Ávila: Usted recibió varios llamados de ese número y desde esa línea se comunicaron con el doctor Leito y con “Chichilo” Acevedo. El fiscal solicitó al tribunal que se oficiara a las compañías telefónicas para que identificaran al titular de la línea mencionada, planteo que fue aceptado.
Pista narco
Mercado también negó conocer a Magdalena Karina Cruz, una mujer con domicilio en Raco que fue procesada por comercialización de drogas. El fiscal López Ávila, con autorización de la sala, hizo que le mostraran a la salteña un listado de los teléfonos con los que se había comunicado la amiga de Paulina. En ese documento aparece que la salteña sí mantuvo una charla con esa mujer el 26 de mayo, el 20 y 28 de junio. También dijo desconocer si su hermana se comunicó con ella. Los investigadores también determinaron que desde el fijo del padre de Roberto Luis Gómez, el único imputado por el crimen de Paulina, hubo una comunicación con Cruz en esos días. Desde el Ministerio Público Fiscal se pidió que se citara a declarar a Cruz en la audiencia para que aporte datos sobre esta situación. Los jueces también aceptaron esta petición.
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Contra Albaca
La salteña declaró que fue víctima de mal trato una vez que declaró ante el ex fiscal Carlos Albaca, que debe afrontar un juicio por el papel que cumplió en la investigación del caso. “En realidad no fue él, sino un empleado que empezó a realizar cuestionamientos de todo tipo. Me cuestionó porque no supe contestar de qué color era el tapizado del ómnibus en el que había viajado”, indicó mientras lloraba. En tanto, que con la voz entrecortada agregó: “después esa persona, que estaba sentada en un escritorio, me dijo que me fuera a sentar porque esta causa quedaría así hasta que caduque. En otras palabras me quiso decir que el caso no se resolvería nunca. El fiscal Albaca no dijo nada cuando ese hombre dijo eso”. Gustavo Morales, defensor de Eduardo di Lella (ex secretario de seguridad que está imputado por encubrimiento) la hizo llorar cuando le preguntó por qué no le había comentado nada de esa situación a Alberto Lebbos o al fiscal López Ávila. “En ese momento no lo pensé. Entiendan que me costó mucho superar todo esto”, le contestó con lágrimas en los ojos.
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Acoso
“Nadie me amenazó hasta ahora, pero no sé. Sin embargo tengo miedo porque mi vida puede correr peligro por la importancia de esta causa”, indicó Mercado. La joven aclaró que se fue de Tucumán por el acoso que sufrió por parte de la prensa. “Contaron muchos detalles, como mi domicilio y dónde estudiaba. Pensé que la persona que había llevado a Paulina podría venir a buscarme. Por eso me fui”, confesó. La salteña dijo que por este caso sufrió depresión postraumática. “Ahora, al observar a la gente de prensa otra vez, vuelvo a sentir el mismo miedo que pensé haber superado”, señaló Mercado. “La verdad es que no recuerdo haber sido amenazada”, respondió ante la insistencia de los jueces. Otro dato: por la mañana aseguró que decidió regresar a su provincia por decisión propia, pero por la tarde señaló que la obligó su padre.
Vecinos
La salteña dijo no recordar la existencia de los negocios donde el imputado Gómez trabajó durante mucho tiempo y que estuvieron muy cerca del departamento donde vivía. “No me acuerdo que alguna vez se me haya roto un electrodoméstico y menos que lo haya hecho reparar en un negocio de la zona”, comentó Mercado cuando fue consultada por las partes acusadoras.
Contra Soto
Mercado, pese a haber reconocido que nunca conoció a Soto, informó al tribunal algunas cuestiones sobre la relación de la pareja. “Cuando Paulina estaba en mi casa estudiando, siempre la llamaba al teléfono fijo. Creo que lo hacía para controlarla”, señaló. La joven reconoció que sí sabía que ambos protagonizaron un incidente. “Un día estábamos por salir con un grupo de amigos y ella me dijo que si podía ir a mi departamento. Cuando llegó me contó que César le había tomado del cuello por una discusión que habían tenido por cuestiones de celos”, declaró.